Queridos lectores!
Vaya mañana tan fantástica que pasé ayer en el Río Grande! Una auténtica gozada poder ver como el río ofrece comida y descanso para tantas aves. Decenas de ánades reales ...
... habían llegado en busca de las verdes y tiernas plantitas:
También las primeras avesfrías habían llegado:
En representación de numerosísimos paseriformes como pinzones, jilgueros y lavanderas, aquí esta pequeña y graciosa bisbita común:
Ví también a dos martines pescadores pasándose cualquier control de velocidad! Mucha más paciencia tuvo conmigo en mi escondite, el coche, este andarríos grande ....
... buscando su comida justo enfrente de mis narices:
Había descubierto detrás de la piedra a una agachadiza. Y finalmente salió de su escondite sin saber, qué alegría me estaba dando. Que belleza de plumaje!
Un poquito más río arriba las garzas estaban muy enervadas:
Se puede decir que dos de las garzas reales estaban totalmente fuera de sus casillas! La razón? Bueno, ...
... estaban haciendo causa común en contra de uno de las tres garcetas grandes que pescaban en el río!
Pero sus vuelos de amenza no causaron ninguna impresión:
Ni siquiera las furiosas aterrizadas en el agua surtieron efecto:
Y aquí vemos a la garceta grande ...
... con su técnica de caza. Arrinconaba con sus saltos a algún pez y cuando lo tenía no dudo ni un instante cogerlo con su largo pico y tragárselo. (Las fotos de estas escenas salieron todas movidas):
"Lárgate de una vez! Este río nos pertenece a nosotros!" Los vuelos de amenaza de las garzas reales iban en aumento:
Pero para las tan desconcertadas garzas reales el día aún iba para peor! Un todoterreno había parado más adelante y espantó a un grupo de cigüeñas negras que hasta entonces no había podido ver:
Y algunas ejemplares vinieron directamente en mi dirección! Por poco dejo de respirar!
Pronto el grupo decidió volar río arriba, pero me habían regalado unos momentos absolutamente inolvidables!
Saludos cordiales
Birgit Kremer